Debemos estar convencidos que cada día, es una constante de cambios en todos los sentidos y en la aventura de la docencia por supuesto que lo es más. Por lo que tenemos los maestros la obligación de estar actualizándonos.
Yo empecé en la docencia hace 24 años, me acuerdo que tenía entonces 23 años de edad, inicié dando clases a jóvenes técnicos en máquinas de combustión interna, por lo que mi primera profesión fue en esa especialidad y recuerdo que en ese tiempo algunos de mis alumnos eran de mi edad y lo que nos diferenciaba era mi preparación, la razón de la edad de ellos fue que la escuela el primer año de inicio, captó jóvenes de secundaria de diferentes generaciones salientes para poder arrancar con cierta demanda. En ese entonces se carecía de profesionales técnicos y no me fue difícil adquirir mi trabajo, que además tuve la suerte de ser recomendado por el director de la escuela de donde egrese, yo creo que me vieron buenas aptitudes y actitud.
Y claro que me pasó lo que comenta José M. Esteve al preparar clases y material pronto concluíamos, no sabiendo dosificar las tareas y por la falta de experiencia se sentía uno con ansiedad por la falta de dominio o experiencia en el uso de las técnicas y estrategias de aprendizaje para el logro de las metodologías que mejor se acoplaran al trabajo y que fuera significativo tanto para los alumnos como para uno mismo. (Aprendizaje por ensayo y error)
Creo que cuando uno se convence y reflexiona sobre las diferentes necesidades de sus alumnos , además si se logra la empatía, si cambia uno las formas y maneras de hacer las cosas, si se entienden las diferentes maneras de aprendizaje de las personas, sus diferentes capacidades, sus cambios en las actitudes y el tratar de cubrir las diferentes expectativas, además del dinamismo que se debe dar en la tarea educativa; pero también el de entender a los jóvenes adolescentes en sus maneras de ser y sentir o como ponen en práctica sus valores y actitudes, el tratar de hacer las clases dinámicas, utilizando lo lúdico, simulando realidades en las prácticas es cuando uno logra la mayoría de las veces la emoción y las ganas del trabajo con sus alumnos, es cuando uno se puede ir a descansar un día satisfecho a su hogar.
También estoy convencido de que la interacción entre las personas (Comunicación) es esencial para que se den los cambios para mejorar, puesto que, se ponen las cartas sobre la mesa, además de entender con convicción de la necesidad de la puesta en práctica día a día de tres grandes aspectos que el ser humano debe tomar en cuenta como lo son los conocimientos, las habilidades y las actitudes, ya que juntas son el motor que nos mueve y que con eso podemos despertar en los jóvenes la curiosidad, hacerlos pensar y sentir, repercutiendo en esos cambios requeridos.
Una de las actitudes de cambio propio fue el haber emprendido un mejor nivel de estudio, que fue el logro de una carrera universitaria, la cual me ha abierto las puertas hacia la mejora y el logro de más satisfacciones por parte de mis alumnos y la propia ya sea en las clases, así como el hecho de haber logrado ganar concursos académicos, satisfaciendo aún más nuestra labor como docentes, como nos narra el profesor José M Esteve.
Una de mis grandes insatisfacciones es el no poder cambiar algunas actitudes de compañeros docentes que en ocasiones nos echan a perder proyectos de mejora que uno quisiera lograr como equipo de trabajo en su plantel y que nos serían aún más de provecho y satisfacción.
Por lo que estoy consciente de que la labor del profesor es ser una persona coherente con su manera de pensar y actuar, lograr cambios significativos propios y de sus educandos, promotor de la lectura y la escritura, reflexivo, analítico y autocrítico, inconforme de los logros obtenidos y pensar en constantes cambios que lo hagan ser más competente día con día como: motivador, práctico, saber como actuar, como enfocar problemas, (diagnóstica) organizado, investigador, buen evaluador, es decir, todo un profesional de la educación.
Como dice Fernando Corbalán en las lecturas: que en clase tenemos que divertirnos, buscar el ansia de saber y propiciar una atmosfera de investigación, poner en practica el aprendizaje significativo (constructivismo) ganando eso con la primera tarea de crear inquietud, descubrir el valor de lo que vamos a aprender, recrear el estado de curiosidad.
Y como lo comenta José M Esteve, buscar el desafió personal investigando nuevas formas de comunicación, nuevos caminos para hacer pensar y sentir y que lógicamente hacernos sentir bien con uno mismo y con los demás.
Sucede como el maestro lo comenta cuando no se es profesor de carrera, ya que lo he observado en mi contexto, que muchos profesionistas podrán ser unos especialistas o unas eminencias en su carrera, pero si no saben como conducir un grupo o como hacer la tarea educativa y sin experiencia en las técnicas o la didáctica difícilmente podrán ser buenos maestros.
Para ello se necesita: definir funciones, delimitar responsabilidades, discutir y negociar los sistemas de trabajo y de evaluación, hasta conseguir que el grupo trabaje como tal, con razonamiento y diálogo. Además de poner por delante sus sueños, metas y objetivos, estando consciente de la necesidad de cambio de todo se humano.
Cierro mi texto exhortando a todos mis compañeros a que no demos el pescado ya servido, sino que es mejor enseñar a pescar.
Atentamente su compañero y amigo:
José Aurelio Sáenz Meraz
Yo empecé en la docencia hace 24 años, me acuerdo que tenía entonces 23 años de edad, inicié dando clases a jóvenes técnicos en máquinas de combustión interna, por lo que mi primera profesión fue en esa especialidad y recuerdo que en ese tiempo algunos de mis alumnos eran de mi edad y lo que nos diferenciaba era mi preparación, la razón de la edad de ellos fue que la escuela el primer año de inicio, captó jóvenes de secundaria de diferentes generaciones salientes para poder arrancar con cierta demanda. En ese entonces se carecía de profesionales técnicos y no me fue difícil adquirir mi trabajo, que además tuve la suerte de ser recomendado por el director de la escuela de donde egrese, yo creo que me vieron buenas aptitudes y actitud.
Y claro que me pasó lo que comenta José M. Esteve al preparar clases y material pronto concluíamos, no sabiendo dosificar las tareas y por la falta de experiencia se sentía uno con ansiedad por la falta de dominio o experiencia en el uso de las técnicas y estrategias de aprendizaje para el logro de las metodologías que mejor se acoplaran al trabajo y que fuera significativo tanto para los alumnos como para uno mismo. (Aprendizaje por ensayo y error)
Creo que cuando uno se convence y reflexiona sobre las diferentes necesidades de sus alumnos , además si se logra la empatía, si cambia uno las formas y maneras de hacer las cosas, si se entienden las diferentes maneras de aprendizaje de las personas, sus diferentes capacidades, sus cambios en las actitudes y el tratar de cubrir las diferentes expectativas, además del dinamismo que se debe dar en la tarea educativa; pero también el de entender a los jóvenes adolescentes en sus maneras de ser y sentir o como ponen en práctica sus valores y actitudes, el tratar de hacer las clases dinámicas, utilizando lo lúdico, simulando realidades en las prácticas es cuando uno logra la mayoría de las veces la emoción y las ganas del trabajo con sus alumnos, es cuando uno se puede ir a descansar un día satisfecho a su hogar.
También estoy convencido de que la interacción entre las personas (Comunicación) es esencial para que se den los cambios para mejorar, puesto que, se ponen las cartas sobre la mesa, además de entender con convicción de la necesidad de la puesta en práctica día a día de tres grandes aspectos que el ser humano debe tomar en cuenta como lo son los conocimientos, las habilidades y las actitudes, ya que juntas son el motor que nos mueve y que con eso podemos despertar en los jóvenes la curiosidad, hacerlos pensar y sentir, repercutiendo en esos cambios requeridos.
Una de las actitudes de cambio propio fue el haber emprendido un mejor nivel de estudio, que fue el logro de una carrera universitaria, la cual me ha abierto las puertas hacia la mejora y el logro de más satisfacciones por parte de mis alumnos y la propia ya sea en las clases, así como el hecho de haber logrado ganar concursos académicos, satisfaciendo aún más nuestra labor como docentes, como nos narra el profesor José M Esteve.
Una de mis grandes insatisfacciones es el no poder cambiar algunas actitudes de compañeros docentes que en ocasiones nos echan a perder proyectos de mejora que uno quisiera lograr como equipo de trabajo en su plantel y que nos serían aún más de provecho y satisfacción.
Por lo que estoy consciente de que la labor del profesor es ser una persona coherente con su manera de pensar y actuar, lograr cambios significativos propios y de sus educandos, promotor de la lectura y la escritura, reflexivo, analítico y autocrítico, inconforme de los logros obtenidos y pensar en constantes cambios que lo hagan ser más competente día con día como: motivador, práctico, saber como actuar, como enfocar problemas, (diagnóstica) organizado, investigador, buen evaluador, es decir, todo un profesional de la educación.
Como dice Fernando Corbalán en las lecturas: que en clase tenemos que divertirnos, buscar el ansia de saber y propiciar una atmosfera de investigación, poner en practica el aprendizaje significativo (constructivismo) ganando eso con la primera tarea de crear inquietud, descubrir el valor de lo que vamos a aprender, recrear el estado de curiosidad.
Y como lo comenta José M Esteve, buscar el desafió personal investigando nuevas formas de comunicación, nuevos caminos para hacer pensar y sentir y que lógicamente hacernos sentir bien con uno mismo y con los demás.
Sucede como el maestro lo comenta cuando no se es profesor de carrera, ya que lo he observado en mi contexto, que muchos profesionistas podrán ser unos especialistas o unas eminencias en su carrera, pero si no saben como conducir un grupo o como hacer la tarea educativa y sin experiencia en las técnicas o la didáctica difícilmente podrán ser buenos maestros.
Para ello se necesita: definir funciones, delimitar responsabilidades, discutir y negociar los sistemas de trabajo y de evaluación, hasta conseguir que el grupo trabaje como tal, con razonamiento y diálogo. Además de poner por delante sus sueños, metas y objetivos, estando consciente de la necesidad de cambio de todo se humano.
Cierro mi texto exhortando a todos mis compañeros a que no demos el pescado ya servido, sino que es mejor enseñar a pescar.
Atentamente su compañero y amigo:
José Aurelio Sáenz Meraz
3 comentarios:
Hola Jose Aurelio:
Estoy completamente de acuerdo en la actualización del maestro día con día como usted lo menciona.Leí su blog y quiero felicitarlo.Desafortunadamente no he rescatado mis anteriores documentos de "Mi aventura de ser maestro y Mi confrontación con la docencia".Pero espero que pronto pueda leer mi blog.
Sin duda ha sido una semana muy valiosa ¿ verdad?
La docencia es un camino largo y muchas veces inverosímil, en ocasiones he pensado que muchos de los que somos maestros nunca nos imaginamos permanecer en esta profesión, sin embargo, parece que estuviesemos embrujados, como si fuese una necesidad compartir con los jóvenes, aunque pase el tiempo las satisfacciones llegan a ser muchas. Felicidades por su blog.
Hace tiempo que no continuaba con el trabajo del blog, pero ahora quiero que mis alumnos entren a el para trabajar temas de interés, para así poder hacer más por su educación, hacerlos navegar en la red y que puedan nutrirse de experiencias de otros y poder adquirir las propias.
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